Cada día leemos en el periódico noticias de este tipo.
Los accidentes por derrumbes de fachadas en mal estado se suceden por todo el país. Ningún edificio se libra en cuanto tiene algunos años.
Y es que los que conocemos a fondo el tema sabemos que lo adecuado es llevar a cabo una rehabilitación de la fachada de un edificio a partir de los 15-20 años, en función de sus características.
Si se ha realizado algún tipo de mantenimiento se podría atrasar un poco, quizá hasta los 25-30 años.
Pero la verdad, es que es algo que solemos retrasar. Nunca es buen momento para pensar en ello, pero debemos ser conscientes de que cuanto más tiempo pasa, más se agrava el problema.
Y como no puede ser de otra forma, arreglar problemas de gran envergadura suele requerir soluciones más costosas.
Aun así, el momento se suele retrasar hasta que es físicamente evidente el problema estético.
En este post queremos ayudarte a identificar cuándo es buen momento para llevar a cabo una rehabilitación, cómo se hace y qué beneficios tiene.
Es una necesidad periódica para la gran mayoría de inmuebles que se construyen.
Es inevitable que el paso del tiempo haga mella en los edificios.
Englobaríamos aquí acciones como:
En definitiva llevar a cabo cualquier obra de conservación de la fachada del inmueble en cuestión.
Como ya te hemos contado, la fachada de un edificio es la parte más expuesta a las inclemencias del tiempo y una de las que más acusa el paso de los años.
Los problemas más habituales y que se pueden apreciar a simple vista como marcas de humedad, desprendimiento de pintura o la aparición de grietas suelen ser causados por filtraciones. Los fallos y/o empleo de materiales de baja calidad durante la construcción también influyen. Y por último pude tratarse de un desgaste por envejecimiento.
Lo ideal es actuar de forma preventiva, llevando a cabo revisiones y mantenimiento de forma regular. Pero si esto no es posible, actuar de forma rápida en cuanto detectemos cualquier problema es clave para minimizar el presupuesto y evitar que el problema se agrande y sea irreversible.
Los beneficios de realizar una correcta rehabilitación en la fachada de un edificio son muchos, pero destacamos cuatro:
Es posible que llegados a este punto estés pensando que necesitas reformar la fachada de tu vivienda.
Si es así, seguro que te estén surgiendo muchas preguntas: ¿Qué hay que hacer antes? ¿Qué permisos se necesitan? ¿Cuánto cuestan esos permisos? ¿Tengo que avisar a los vecinos? Etc.
Depende de si se trata de un adosado o vivienda unifamiliar, o de bloque de pisos este tema puede variar un poco.
En este caso, avisar a los vecinos no será necesario salvo que la vivienda forme parte de una urbanización en la que todas las viviendas sean similares y guarden homogeneidad.
Si estomas hablando de un pareado o adosado o vivienda que pertenece a una urbanización, sí deberías llegar a un acuerdo con los vecinos.
Aparte de los vecinos, vas a necesitar solicitar una licencia de obras en el Ayuntamiento de la localidad en la que la vivienda se encuentre. Esta licencia será de obra mayor o de obra menor y exige el pago de unas tasas en función tanto del tipo de obra como de otros supuestos: ocupación de la vía púbica, instalación de contenedores, etc.
¿Cómo sé si se trata de una obra mayor o menor?
En general la diferencia entre ambas es difusa, y es la persona del ayuntamiento quien te dirá cuál es la que necesitas.
Obra menor puede ser por ejemplo pintar un balcón y obra mayor sería cualquier trabajo que requiera un poco más de profundidad como reformas en las fachadas o balcones, cerramientos o rehabilitaciones.
Lo primero en este caso es contar con la aprobación de la mayoría de vecinos en una votación en junta. Si la obra solo afecta a un vecino, tendrá que contar con el permiso de la comunidad.
También es interesante revisar los estatutos de la comunidad, por si hubiera indicaciones al respecto o condiciones concretas.
Después de esto, el procedimiento es el mismo que en el caso de una vivienda unifamiliar, adosado o chalet.
La licencia que vas a necesitar, por lo general va a ser la de obra mayor.
Al tratarse de una obra mayor, el ayuntamiento va a requerir también un proyecto de ejecución que debe estar firmado por un arquitecto, y debe incluir un estudio de seguridad y viabilidad.
Solo te faltaría cumplimentar los impresos de solicitud de obra, aportar una memoria de lo que vas a hacer y el presupuesto que firmará la empresa que lo va a llevar a cabo.
La tasa que se cobrará por la licencia depende del presupuesto de la reforma o rehabilitación, y suele ser un pequeño porcentaje, que varía en función del ayuntamiento.
Ahora ya tienes toda la información para valorar si tu edificio necesita ser rehabilitado y cómo proceder, pero si tienes alguna pregunta no dudes en dejarnos un comentario.